El fenómeno del barrismo en Chile tiene como nacimiento la década de
1980. En medio de un álgido fervor social y movimientos civiles anti-dictadura,
el barrismo se instaló en los estadios de Chile a través de las hinchadas de
los equipos más grandes del país.
Colo-colo y Universidad de Chile vieron la génesis de un movimiento juvenil que a través de los cánticos, el colorido y pasión, además de una inusitada violencia, se hicieron presente cada fin de semana. Situando su espacio en la galería, pero manteniendo sus comportamientos en sus villas y poblaciones, los barrabrava chilenos comenzaron a construir un nuevo paradigma dentro del espectáculo del fútbol.
Colo-colo y Universidad de Chile vieron la génesis de un movimiento juvenil que a través de los cánticos, el colorido y pasión, además de una inusitada violencia, se hicieron presente cada fin de semana. Situando su espacio en la galería, pero manteniendo sus comportamientos en sus villas y poblaciones, los barrabrava chilenos comenzaron a construir un nuevo paradigma dentro del espectáculo del fútbol.
El barrismo en Chile adoptó como propios los cánticos y el
estilo del barrabrava argentino, el cual, se caracteriza por una vestimenta y
apariencia determinada, la cual lo distingue el hincha normal del fútbol. Papel
picado, pirotecnia, gorros, cabelleras largas y camisetas de equipos
trasandinos caracterizan al barrabrava y lo diferencian del resto.
La gran diferencia, quizá con el barrismo argentino, es que
el fenómeno en nuestro país incluye un gran componente político y
contestatario, surge como voz de protesta y se puede identificar como
otra ala o formato de respuesta a la represión tanto física como cultural de la
dictadura, la cual, durante la década de 1980 cambia su política represiva,
pasa desde la guerra contra ‘el enemigo interno’ a una política de represión
principalmente cultural.
Los primeros barrabrava se ubican en los sectores
periféricos de la capital, principalmente Santiago sur y norte, en poblaciones
siempre identificadas como populares. Por lo tanto podemos distinguir que
quienes componen el fenómeno del barrismo en su inicio son jóvenes, ‘hijos de
la dictadura’, provenientes de barrios populares, en los cuales, la violencia
impera como ley, se encuentra en la calle día a día. Entonces podemos inferir
que la galería se presenta como una extensión de las condiciones habituales
donde se desenvuelven los barrabrava, por lo tanto, si bien es un
comportamiento ajeno al fútbol en esos momentos, no lo es a la sociedad civil
de aquellos años.
Antecedentes de violencia en los espectáculos de fútbol
profesional chileno existen con anterioridad, aunque no protagonizados por
colectivos específicos o ‘piños’ como se denominan a las facciones de cada
barra brava, las cuales, principalmente, se componen de individuos que
poseen lazos afectivos, etáreos, territoriales o identitarios en común.
Glosario:
Zorra, Indio, Cogotero: Colo-colo
Beata, monja, carmelita: Universidad Católica.
Madre, Chuncho: Universidad de Chile
Piño: Grupo de barrabravas que se caracterizan por
pertenecer a un mismo espacio geográfico, cultural o identitario y conforman a
la barra.
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