Una de las barras más numerosas y fieles del Fútbol Mexicano son Los Libres y Lokos. Este grupo de animación es de los pocos que se mantiene unido en un solo nombre. Con esto me refiero a que no hay diversos grupos mezclados en la barra.
Tienen una historia muy interesante y que he podido corroborar gracias a muchos conocidos en la UANL. Esta barra nace a mediados de 1998. Fue justamente cuando se desata la “tigremanía” al conseguir el ascenso a Primera División en un año, luego de descender a manos de su odiado rival Monterrey.
Me cuentan que por muchos años Los Libres y Lokos se juntaban en la zona de general que es la parte más alta en el Estadio Universitario. Como pasa en la mayoría de las barras, recibían pequeños apoyos económicos para mantas y boletos para asistir a los partidos. Estos apoyos eran otorgados por parte de la Universidad.
Hubo muchos problemas con la ubicación de su gente en el Estadio cuando los grupos de animación de otras barras hacían acto de presencia. La zona de general no estaba dividida por ninguna malla de protección, y como el Estadio es propiedad de la Universidad, pues la gente de seguridad no podía portar armas dentro de las instalaciones. La consecuencia fue que integrantes de Libres y Lokos podían enfrentarse fácilmente con los demás grupos. Por Ende se opto con un acuerdo con la directiva de Tigres asignarles un lugar exclusivo para ellos, de ayi es donde se les asigna la esquina inferior izquierdo donde cada 15 dias alientan a su equipo. En mi punto de vista, es una de las barras de mas jerarquia en el pais y de las fuertes, hablando de organización y numero.
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